martes, 12 de noviembre de 2013

Día de la Independencia: Fuego y destrucción.

El 11 de Noviembre es el día de la Independencia Polaca. Ese día de 1918 Polonia recuperó su identidad después de la Primera Guerra Mundial. (Anteriormente se la habían repartido entre Alemania, Rusia y Prusia como quien se reparte un pastel con los amigos durante no sé cuántos años ahora mismo).

Años después pasó lo que ya sabemos que pasó en la Segunda Guerra Mundial y finalmente el dominio soviético que duró hasta las revoluciones de 1989 y la instauración de lo que actualmente es la Tercera República Polaca...

...pero es esa recuperación del terreno polaco de 1918 lo que celebran por encima de todo. Y no es para menos porque volvían a ser un país.

A mí me gustó el día y su celebración desde el principio (incluso más allá de que fuera un día de fiesta y coincidiera en lunes) porque los polacos sienten mucho estas cosas (en algún momento hablaré de la celebración polaca del Día de Todos los Santos que difiere y no difiere al mismo tiempo de la española) y, desde primera hora de la mañana, se pudo ver a gente vestida con sus uniformes del ejército polaco (o los de sus seres queridos que ya no están, no sé). Todos iban a la celebración que habría para conmemorar el tema y blablablá...

Sencillamente precioso. Quien me conoce sabe que no soy ningún apasionado del ejército, pero aquí todo esto se siente mucho como ya he dicho y, la verdad es que, desgraciadamente, tienen razones de sobra para ello.

Pero de lo que quiero hablar es de la parte oscura de esas celebraciones, de lo que no debería suceder.

No tengo constancia de otras ciudades donde haya ocurrido algo así, pero en Varsovia/Warszawa hubo una marcha en recuerdo del día como en tantas otras ciudades polacas pero con la peculiaridad de que allí los disturbios se alzaron otra vez como años anteriores y provocaron destrozos, incendios, enfrentamientos con la policía... que se saldaron con a saber qué y al menos cuatro policías heridos.
Se atacó la embajada rusa y ahora está tanto el embajador como los dignatarios rusos pidiendo disculpas oficiales por parte del gobierno además de la reparación de los daños.


Y todo por un grupo de desgraciados que tienen que dar la nota para pedir... ¿qué? Parece que no quieren extranjeros (¿?), judíos y cosas por el estilo.

Nacionalismo extremo a fin de cuentas. Cosa que me sorprende enormemente en un país tan azotado por el nacional socialismo de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.


¿En qué piensa la gente para hacer esas cosas? ¿A santo de qué unas reacciones tan violentas? ¿No se dan cuenta de que atacando la embajada de esos que tanto odian ahora van a tener que aguantar cómo su presidente les pide disculpas oficiales a los "odiados"?

La primera reacción ya está hecha y es que se ha prohibido la marcha alegre sobre la Independencia en Varsovia para no dar pie a estos exaltados a introducirse entre sus filas y conseguir un trampolín desde el que realizar sus barbaridades. Esperamos más próximamente...

Sinceramente, cosas así me demuestran que imbéciles hay por todas partes y no es algo exclusivo. ¿Otra cosa? Que igual Warszawa deja de ser tan buena elección para vivir cuando salgamos de Lublin o que tendremos que buscar adónde ir a pasar el día en ocasiones así si no cambia el panorama.

¡Pero es que incluso han quemado (y ya van tres o cuatro veces) un arco iris que, sin tener nada que ver, los homosexuales han tomado como símbolo!

"Ya está, ¡que se jodan los gays!" deben pensar en sus casas ahora tranquilamente mientras odian todo lo que hay fuera.


Estúpidos.

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