Bueno, a petición de MA (autora del blog
"Palabras Que Seducen Los Sentidos"), he rescatado una pequeña crítica que escribí sobre el libro "50 sombras de Grey" hará casi un año, no recuerdo exactamente y no es importante para el caso...
En principio esta crítica fue escrita (y el libro empezado a leer) porque una compañera filóloga me lo pidió por favor alegando que quería un comentario más "experto" (por llamarlo de alguna manera) que los simples "me ha puesto to'perraca" que le daban por comentario sus amigas.
Así, le di una oportunidad al libro que había visto en las manos de tantas mujeres en la piscina del hotel ese verano y, cuando ya no pude aguantar más, escribí esto sobre la marcha (por lo que no deberéis esperar ningún futuro Premio Pulitzer).
A ver qué efecto consigo aquí ahora.
Si gusta, igual hago alguna crítica más de lo que me vaya leyendo.
50 Sombras de Grey
(by Mapache)
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Por dónde podría empezar a hablar del libro del que hablan todas las mujeres?
Obviamente por el hecho de que, contados casos, es un libro escrito para el uso y disfrute de las mujeres. Casi exclusivamente sólo ellas.
El estilo literario se hace de rogar. Lo busco, lo persigo en cada párrafo del libro, pero no puedo ser capaz de encontrarlo.
He visto algún pobre intento de hacer referencias externas en plan "intertexto" (solamente recuerdo el caso de llamarle "
Barbazul" ahora mismo, que implica conocer el cuento de
Perrault para entenderlo) que encima no me han acabado de parecer "bien puestos".
Lo que sí que se le puede reconocer sin lugar a dudas es que la escritora ha conseguido con creces imitar en su forma la manera de pensar de una quinceañera virgen e inocente (principio del libro) que tiene similar capacidad cerebral que un pato de goma: Nula.
Frases que vienen y van sacadas de una imaginación nada puesta al día porque la protagonista, adolescente americana que está a una semana de graduarse en la universidad, llega a buscar la palabra "sumisa" en la wikipedia. No digo que alguien tenga que conocer las implicaciones que comporta "fisting vaginal", pero alguna cosa es tan simple que llega a dar vergüenza ajena.
Y, quitando los fallos de guión como que la autora se "olvide" de que esa parte del cuerpo que está dentro de la boca de la protagonista está recién enjabonada y que, si bien pudiera gustarle el sabor (cosa harto difícil pero que no negaré que "para gustos, los colores") al menos debería hacerlo constar de alguna manera...
Pues si quitamos eso, la temática del libro...
Esperable hasta el momento (recordemos que sólo llevo 12 capítulos, poco más de 200 páginas) y sin más novedad que el que alguien hable de manera tan clara una lista interminable de palabras "tabú" que no suelen aparecer en esos contextos en los best sellers.
La autora se basa en la figura perfecta como Príncipe Azul que toda mujer de hoy en día podría desear hasta tal punto que tal persona no existe.
Me explico. Nadie puede ser como el hombre que aquí se nos presenta porque el hecho de que sus palabras desaten ese cúmulo de sensaciones es, ni más ni menos, porque la pone cardíaca a más no poder.
Puede ser guapo, rico y todo lo que las lobas que leen el libro quieran, pero que desistan de encontrar algo así por la calle. Sencillamente tendrá "algo" que no les gustará a todas (bueno, por si acaso, no subestimemos el nivel de "perreo" que pueden llegar a experimentar ahora mismo algunas féminas).
Pero volviendo a la figura de Christian Grey, la autora ha utilizado la conocida perversión "oscura" que se dice que tiene toda mujer de ser atada y "utilizada" sexualmente y le ha quitado el tono violento de la violación, le ha dotado de la ternura del primer amor de ella, ha salpimentado con una infinitud de recursos por parte de él para estar en un ambiente inigualable en el que no falte de nada y les ha hablado de sexo en el que (de momento, puede que cambie o no) el supuesto "chico malo pero guapísimo" que se aprovecha de la dulce e inocente protagonista se comporta de la manera más placentera posible para con ella casi incluso que más que para él.
Sí, se la "folla fuerte" pero muy suavemente, la deja a mitad en una ocasión para pagarle doble cinco minutos después...
Además, para más inri, el guapo protagonista es misterioso hasta el punto de decir "calla ya, estúpido";
Siendo tan "machote" como quiere desprender este supuesto "aspersor de feromonas", incumple "por ella" muchas de las normas que él mismo se impone como no dormir con nadie (dos veces), no tener "polvos vainilla" (sin accesorios), no follar en su cama (la lleva él allí por propia iniciativa), no subir a ninguna chica en el helicóptero (tontería pero, si él le da importancia, por algo será) y presentarle a su madre (la única cosa; que considero completamente sin escapatoria ya que la madre casi los sorprende)... Y lo hace por ella, ¡claro!
Toda mujer siempre ha querido ser ella la que "consiga cambiar", redimir, al "chico malo". Eso no es ninguna novedad.
...además, ese ser superior rico hasta hartarse que controla a las mujeres con una mirada o con un cambio de voz, que puede adivinar a cada paso lo que ella está pensando (él y todos, la pobre es más previsible que un episodio de "El Equipo A"), que es tan buen amante y que, en definitiva, podría tener a la mujer que quisiera (no son necesarias las encuestas sobre el tema, ahondando un poco en las redes sociales podemos ver miles y miles de referencias a cosas como "quiero un Grey en mi vida" o variantes)... Ese! Ese ser omnipotente (él mismo reconoce que sólo hay dos o tres cosas que no hace bien) y que todo lo sabe... Reconoce abiertamente ante ella que es monógamo.
Pero, eso sí, sin advertir previamente que tiene un extenso historial de conquistas detrás de él porque a las mujeres siempre les ha gustado que su hombre tenga experiencia y sepa de qué trata el juego de cama, no suelen querer a un principiante...
Y... Pasando a ella...
No volveré al hecho de qué es inocente y tonta como si acabara de salir de la caverna de Platón y le picaran los ojos ante lo que acaba de descubrir qué es La Verdad (que es justamente lo que le acaba de pasar ya que, no sé cómo, ha conseguido permanecer en el cascarón durante toda su vida); no comentaré que creo que estamos hablando de la única americana de universidad sin acceso a un ordenador propio (a la autora le debió parecer que nadie con ordenador podría ser tan inocente hoy en día y se lo quitó); no diré nada sobre que ella sea tan guapa, simpática e inteligente para gustarle a todo el mundo, que le acepten las dos entrevistas para prácticas que pidió en la gran ciudad de Seattle (mientras especifica que su amiga ha conseguido trabajo por enchufe)... Porque sabemos que a toda persona le gusta identificarse con alguien genial, maravilloso y extraordinario (el mito de Superman no es casualidad), pero que así y todo se haya mantenido pura de cuerpo, mente y alma para CG... Me chirría. (Entendedme, si alguien es tan casta y pura no salta directamente a los juegos de CG).
Y ya, siguiendo con esas cosas que podrían hacer que una mujer se enganchase a este personaje femenino...
¡Tiene Diosa interior!
Claro, su Diosa interior (porque toda mujer tiene una, verdad?) se alegra, baila, se contonea al vaivén de músicas sugerentes y que la hacen deseable... Ese pequeño y todopoderoso ser vive en el interior de cada mujer y se alza triunfante con cada pequeña cosa como haber conseguido acostarse con él (obviando por supuesto el hecho que haya estado jadeando como una perra sin dignidad dándole todo lo que él quisiera y deseara escasos minutos antes con sólo escucharle decir su nombre de manera aterciopelada... está claro, la diosa interior tiene memoria selectiva)
Esto de la Diosa Interior me fastidiaba tanto pot tontería que me la llegaba a imaginar como una versión mini de la protagonista con alitas (Estilo Campanilla) y alguna vez llegué a decir "no creo en las hadas" sólo por ver si moría.
Resultado: Dos personajes principales bastante "collage" (a base de las mejores ideas que se le pudieran ocurrir a la autora para gustar al público femenino) carentes completamente de "alma", de ese puntito que nos haga ver algo de humanidad tras el papel y la tinta.
En cuanto a los personajes secundarios, para qué meterse con él perfecto hermano del señor Grey, con la superinteligente, superguapa y superenamoradiza amiga de nuestra protagonista o con el tontito amigo pretendiente de la protagonista que, cuando llega el momento de hablar y tener su momento de éxito (cuando tiene que hablar de nuevo con ella tras el incidente del beso), la autora lo rehúye y adelanta la escena hasta que vuelve a aparecer Grey en forma de e-mail?
No lo considero necesario.
Resumen: Libro que sirve para lo que sirve, para incentivar la vida sexual de alguna mujer con ganas de marcha o para que su pareja tome apuntes de nuevas prácticas con las que romper la rutina y monotonía.
Nunca lo recomendaría para nada más.
De todas maneras, seguiré leyendo por si, ahora que ya ha firmado el contrato, cambiara la historia (me resisto a pensar que la trama que une tres libros sean los polvos que se echan sin el menor conflicto "serio", aunque los personajes y el estilo literario, mucho me temo, van a seguir igual.
Mapache.
Edición actual: Nunca continué leyendo mucho más, apenas un capítulo y tuve que hacer una cura a base de otros libros con mayor calidad.
Y hasta aquí lo que me dio de sí la lectura. Ahora es el momento de dejar la jaula abierta y que las lobas ataquen...
