martes, 14 de octubre de 2014

Camino a Moria

"Todo el mundo sabe que es difícil encontrar 
en la vida un lugar..."

Recojo y modifico el título de esta antigua canción de Gabinete Caligari para disfrute de los veteranos y enseñanza para los peques hoy en este día del profesor aquí en Polonia. No es que sea la canción que volteará vuestras vidas del revés, pero entra dentro de los "clásicos" de aquella época y, por supuesto, del grupo...

Pero, además, me viene muy bien para las dos cosas (de momento, ya sabéis que después me puedo liar) que pienso comentar aquí hoy.

La primera es la más literal. Si recordáis mi propósito de año nuevo que constaba de caminar como si me hubiera vuelto más loco, tengo el placer de comunicar que a día de hoy llevo la friolera de 1370km y eso, si lo pasamos a millas (851) y comprobamos en el Eowyn Challenge, veremos que me encuentro razonablemente cerca de la entrada de Moria, la aterradora morada de los enanos bajo la montaña infestada de goblins y con un Balrog simpático que intenta abrazar a todo el que disfrute de su hospitalidad.
Como anotación al propósito de hacer más kilómetros que el protagonista de Kung Fu (he visto Kill Bill de nuevo hace poco, sí) diré que acaban de poner servicio de bicicletas en Lublin y lo voy a utilizar por ser baratísimo y más rápido que caminar para ciertas ocasiones. Además, podemos hacer excursiones que contarán como ejercicio. Todo son ventajas (excepto que las bicis son de paseo y cada bache es un suplicio).


La segunda razón entra en el terreno de la metáfora y es que me acerco al pleno horario de trabajo. En el instituto ya hemos acabado cualquier ronda de reconocimiento y ya estamos en materia; en Diálogo voy empezando paulatinamente los grupos que tengo asignados, que de momento ya son más que el año pasado y estoy a falta de saber si tendré incluso uno más.

Así de bonito parece desde lejos, pero ya veremos qué me espera dentro...

¡Pero es que además este año tengo grupos de niños! Unos niños adorables que despedirán mi semana de trabajo cada viernes, ya sabéis, para acabar bien.
Entonces, digamos que estoy disfrutando de los últimos pasos de tranquilidad antes de empezar en serio (supongo que en una semana ya estaré a tope).
Por si fuera poco, en enero-febrero debería empezar en el otro instituto y ya acabará mi vida social por completo al hacer más horas que un reloj tonto, pero quien algo quiere algo le cuesta y yo, definitivamente, quiero ser inmensamente rico (sin morir en el camino a poder ser, gracias)

Y creo que, por esta vez, no me voy a enrollar más y voy a intentar traducir esto al polaco para darles un gusto a los pobrecitos que no tienen el placer de disfrutar de mi lectura en castellano.

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